Impresionante declaración jurada del ex asistente de MI. AG: Trabajador electoral asignó nuevos nombres a los votantes cuando apareció La boleta ausente era de una persona que ya había votado
La demanda establece que los funcionarios electorales del condado de Wayne permitieron el procesamiento ilegal, ilegal y fraudulento de los votos emitidos en las elecciones del martes pasado. Numerosos testigos han presentado declaraciones juradas bajo juramento que dan fe de las actividades fraudulentas que observaron directamente. Estos actos privaron de sus derechos a los votantes legales y potencialmente cambiaron el resultado de las elecciones.
De la presentación del
Great Lakes Justice Center :
Un abogado y ex Secretario de Justicia Auxiliar de Michigan fue un aspirante electoral certificado en el Centro TCF (Anexo A - Declaración jurada de Zachary Larsen).
15. Mientras el Sr. Larsen observaba el proceso, le preocupaba que las boletas se procesaran sin la confirmación de que el votante era un votante elegible en el libro de votación debido a la información que había recibido de otros participantes en las votaciones (Anexo A).
16. El
Sr. Larsen revisó la lista actual de boletas escaneadas en el sistema informático, donde parecía que el votante ya había sido contado como votante. Luego, un funcionario que operaba la computadora pareció asignar esta boleta a un votante diferente cuando observó un nombre completamente diferente que se agregó a la lista de votantes en la parte inferior de una pestaña de boletas procesadas en el lado derecho de la pantalla (Anexo A ).
17. Al
Sr. Larsen le preocupaba que esta práctica de asignar nombres y números indicara que se estaba contando una boleta para un votante no elegible que no figuraba ni en el libro de votación ni en el libro de votación complementario. Por su observación de la pantalla de la computadora, los votantes no estaban en el libro de votación oficial. Además, este parecía ser el caso de la mayoría de los votantes cuyas boletas él personalmente observó que se escaneaban (Anexo A).
18. Debido a la preocupación del Sr. Larsen, se colocó detrás de la mesa y se acercó a un lugar detrás de donde el primer funcionario estaba realizando su trabajo. Entendiendo los problemas de salud debidos al COVID-19, trató de pararse lo más lejos posible de este funcionario, al mismo tiempo que podía observar visualmente los nombres en el libro de votación suplementario y en los sobres (Anexo A).
19. Tan pronto como el Sr. Larsen se mudó a un lugar donde pudo observar el proceso mediante el cual el primer funcionario en esta mesa estaba confirmando la elegibilidad de los votantes para votar, el primer funcionario dejó de trabajar de inmediato y lo miró. Se quedó quieto hasta que ella empezó a decirle en voz alta y agresiva que no podía pararse donde estaba parado. Ella indicó que él necesitaba permanecer frente a la pantalla de la computadora donde no podía ver lo que estaba haciendo el trabajador (Anexo A).
20. Ambos funcionarios comenzaron a decirle al Sr. Larsen que debido a COVID, tenía que estar a dos metros de la mesa. Respondió que no podía ver ni leer el libro de votación complementario desde seis pies de distancia y que estaba intentando mantener la distancia en la medida de lo posible (Anexo A).
21. Minutos antes, en otra mesa, un supervisor le había explicado que las reglas le permitían al Sr. Larsen observar visualmente lo que necesitaba ver y luego retroceder. Asimismo, el día de las elecciones, se le permitió permanecer a una distancia equivalente de los libros de votación en los distritos electorales de Lansing y East Lansing sin ningún problema. Con este entendimiento, permaneció en posición de observar el libro de votación complementario (Anexo A).
22. Ambos funcionarios indicaron que el señor Larsen no podía permanecer en una posición que le permitiera observar sus actividades; los funcionarios indicaron que iban a buscar a su supervisor (Anexo A).
23. Cuando llegó el supervisor, reiteró que al Sr. Larsen no se le permitía pararse detrás del funcionario con el libro de votación suplementario y que tenía que pararse frente a la pantalla de la computadora. El Sr. Larsen le dijo que eso no era cierto y que por ley se le permitía observar el proceso, incluido el libro de votación (Anexo A).
24. El supervisor luego cambió a argumentar que el Sr. Larsen no estaba a dos metros del primer funcionario. El Sr. Larsen le dijo que estaba tratando de permanecer lo más lejos posible mientras aún podía leer los nombres en el libro de votación (Anexo A).
25. La supervisora luego se paró junto a la silla inmediatamente a la izquierda del primer funcionario e indicó que el Sr. Larsen "no estaba a seis pies de distancia" del supervisor y que ella tenía la intención de sentarse en la silla junto al funcionario con la votación. libro, por lo que tendría que irse (Anexo A).
26. Esta supervisora no había estado en la mesa en ningún momento durante el proceso y tenía la responsabilidad de numerosos ACVB. Además, la elección de sillas por parte del supervisor estaba aproximadamente a tres pies a la izquierda del primer árbitro y, por lo tanto, violaba la regla de la distancia de seis pies (Anexo A).
27. En consecuencia, el Sr. Larsen entendió que se trataba de una artimaña para mantenerlo alejado de un lugar donde pudiera observar la confirmación de nombres en el libro de votación complementario. El supervisor comenzó a decirle repetidamente que "necesitaba irse", por lo que respondió que iría a hablar con otra persona y llenaría un formulario de impugnación (Anexo A).
28. Luego de que el señor Larsen observó y destapó el fraude que estaba ocurriendo y tuvo el enfrentamiento con el supervisor, salió de la sala de conteo para consultar con otro abogado sobre el asunto alrededor de las 13:30 a las 14:00 horas (Anexo A) .
29. Fue en este punto que los funcionarios electorales dejaron de permitir que más participantes en las elecciones ingresaran a la sala de escrutinio, incluido el Sr. Larsen (Anexo A).
30. Los funcionarios electorales nunca permitieron que el Sr. Larsen volviera a entrar a la sala de escrutinio para cumplir con sus deberes como retador electoral después de haber descubierto el fraude que estaba ocurriendo.
Las experiencias del Sr. Larsen no son únicas. Varios Retadores de Encuestas del Partido Republicano, incluido yo mismo, experimentamos los mismos o similares problemas al intentar presenciar el procesamiento y la tabulación de las boletas ausentes en el TCF Center en Detroit.
